En las raíces de la gran urbe, bosque de coníferas y paisajes remotos algunas encrucijadas y millones de ojos cautivos y contemplativos, un enjambre de sonidos que dejan tintas a su paso.

Nuestro oleo nunca ha sido blanco, y entre tanto prefiero mil veces a Buonarotti, pero de vez en cuando, sí! En esas mismas coníferas!, encontramos una obra de Sandro Botticelli, nos es Florencia - aclaro. Pero en verdad que bailan sin darse cuenta con una majestuosidad similar a las de sus pinturas.

Brillante y azulado aquel día en el que encontramos una obra caminando descuidada, que nos recuerda los rostros del pincel de Raffaello Sanzio, y en efecto quién más si no?, nos lleva imperceptiblemente a pensar en las obras del omnipotente, aquellas que ningún pincel humano ha podido ni podrá lograr.

Y camina arrastrando mi imaginación psicotizada, afilando las pupilas, rodeándole de signos de exclamación, y en un momento los otoños pueden levantar primaveras de nuevo, un enorme portento de cuyo gesto podemos vivir amando el arte.

Poco civilizado quien no desarrolla el paladar y la sensibilidad para el arte, de ahí se desprende quizá el hecho de que muchos diamantes hayan caído del oleo y de sus mejillas debido al maltrato por parte de las mentes pequeñas, las bestias de las coníferas, que aun cuando los tiempos les obligan a pisar más de dos mil mosaicos en el palacio de la humanidad, sus instintos les encadenan al siglo de la noche.

Para todos aquellos que han disfrutado de la lectura de Cosmos, recordarán esa clásica fábula de "flatland" o planolandia descrita por Sagan para asimilar más facilmente la comprensión acerca de la conexión entre dimensiones.

Matemáticamente hablando es muy probable que existan más allá de 6 dimensiones, al menos cuando se introducen variables en la ecuación las cosas salen viables, sin embargo, eso es en la teoría, pero en la realidad? . . .

Algunos de nosotros podemos tener una idea simple aunque fascinante acerca de cómo sería un ser de cuatro dimensiones, personalmente y de acuerdo al diseño del hipercubo, tiendo a pensar que el cubo reflejado de manera intrínseca podría ser: el alma o el espíritu.

Así, un ser que pueda pasar a voluntad entre su estado material y espiritual, (o un ser viviente cuya integridad sean ambas cosas) sería un ser de la cuarta dimensión.

Por muchos años de pensarlo y meditarlo analíticamente y de manera neutral, opté por pensar que absolutamente todo procedía de una explicación (compleja si se desea) racional y obediente a la lógica y por tanto comprobable y replicable por la ciencia, sin embargo me ha tocado ver sucesos que en verdad no tienen explicación lógica alguna.

Tales sucesos cimbraron los paradigmas establecidos acerca del funcionamiento natural de las cosas ampliando una perspectiva de tal forma que una de las soluciones a tales eventos procedía precisamente de la existencia de otras dimensiones cuyos ejes de funcionamiento podrían ser lugar, tiempo y la variable "Z".

Al menos esto parecía una explicación que tendía y se esforzaba por no desprenderse del método científico, a comparación de muchas otras que pensé pero que, en definitiva, eran aventuradas y utilizaban mayormente materia prima de mi imaginación que de variables conocidas.

¿Existirá un lugar (con dimensiones) al que no podamos llegar en el universo más que por un solo camino que sea nuestra propia mente?

Al tiempo que escribo este post, quedan 13 días y 6 horas para las elecciones en Estados Unidos, muchos de los medios incluso se han aventurado a decir que finaliza la "Era Bush" con un cierto anhelo como si de un periodo desagradable se tratase.

Y es que la percepción de algunos mexicanos es de que la gestión Bush tuvo muchos errores, dentro de ese grupo no me incluyo, pues yo personalmente opino que cuando se está a la cabeza de un gobierno tan poderoso como lo es EEUU, pocas cosas deben ser fáciles, y el presidente debe enfocarse completamente a lograr avances y beneficios para su población y sus industrias observando evitar el detrimento de las de otros países.

Pero conociendo la historia, sabemos que desde que el país anglosajón adquirió el cetro de primera superpotencia global muchos le han criticado, como deseando (infantil e ingenuamente) que como país rico y poderoso debería dedicarse a regalar dinero y oportunidades de desarrollo a todos los países vecinos, y debería fomentar la paz en cada rincón de la tierra.

Obvio sería lo óptimo, y desde el fondo del corazón deseamos la paz y prosperidad globales, sin embargo, no hace falta investigar mucho para darse cuenta que ningún imperio sobre la tierra ha obedecido a utopías idealistas.

Tampoco defiendo a Bush, pero creo que muchos de nosotros lo juzgamos como si tuvieramos la perspectiva completa de lo que sucede tanto internacionalmente como al interior de Washington.

Muchos no solo no están al tanto de la economía internacional, si no que ni siquiera saben los principios de macroeconomía fundamentales, y aun así critican las políticas como sabios.

Algunos incluso lo han comparado con Hitler, nada más desvirtuado . . . un Hitler en la época y posición de Bush se hubiera hecho notar con el terror por todo el continente americano e incluso el Europeo, alguien como Hitler en la cabeza del imperio estadounidense no hubiera tardado más de 5 años en provocar el desastre nuclear internacional.

Ahora, sin embargo, solo 13 días para las elecciones y en Diciembre tendremos una nueva gestión, a estas alturas todo parece indicar que la alternativa demócrata será la que el respetable pueblo norteamericano escoja como titular del poder ejecutivo para los próximos años.

De todas formas no hay gobierno que pueda caer bien a todos, a menos que su pueblo se jactase de ser de solo una persona.

Les deseamos mucho éxito a ese país vecino para lograr su mejor elección.