Es claro que no debemos caer en pánico ni lanzarnos de las ventanas de nuestras oficinas, mucho menos tomar las pertenencias que podamos y apresurarnos a buscar una caverna profunda donde refugiarnos, tampoco es conveniente zarpar de nuestros respectivos países con víveres para 3 meses hacia países con recursos poco explotados, y la peor locura sería, guarecernos (al puro estilo homerosimponezco) bajo una mesa a esperar que de alguna forma todo se arregle.

Pero es necesario comentar que la situación financiera y económica mundial no pinta bien, incluso para los nada doctos en economía y finanzas, es relativamente patente que hay problemas en la cabina de engranajes, y los mexicanos en particular tenemos un olfato peculiar para detectar cuando se avecinan problemas para nuestros bolsillos.

Hace escazas 22 horas, uno de los bancos más antiguos y poderosos de los Estados Unidos de América se declara en quiebra por más de 600 mil millones de dólares, con esto, el cuarto banco más importante de Wallstreet escribe la mayor quiebra de la historia.

El haberse convertido en una de las empresas que más potencializó y apoyo la suscripción de títulos respaldados en hipotecas le valió perder 94% de su capitalización bursátil.

El problema hoy es que este hecho puede desatar un efecto dominó en las bases estructurales de las operaciones financieras de aquella potencia y en su sector financiero y bancario, esto arrastraría a todo el sistema financiero internacional hacia crisis nunca antes vistas, debido a ello el gobierno norteamericano ha apoyado con miles de millones de dólares a AIG para evitar su quiebra y detener aunque sea momentáneamente este efecto que para algunos comienza a tomar dimensiones apocalípticas.

Lo más triste y patético es que a pesar de todo lo que esta sucediendo importante en el mundo, nuestra generación solo este enterada de los reality shows de moda jaja, ¿Estaremos en la antesala de un drástico cambio en el sistema capitalista?