El gato que sabía de física cuántica

05 julio 2017 en 20:29

Este se trata de un sueño que he tenido recientemente (hace unos 5 o 7 días), no he sabido muy bien si escribir acerca de él o no debido a su contenido que no encuentro entretenido ni interesante, pero si curioso y risible.

Pero bueno aquí va, y para poner en contexto el sueño comparto algunos puntos de realidad primero: Vivo sólo en un departamento en el piso 6, tengo a una gata de inquilina sin pagar renta y al contrario comiendo y descansado gratis todos los días en mi ropa limpia. Esta pequeña gata fue el regalo de una maravillosa ex que se fue a vivir al extranjero y tendrá conmigo casi dos años. La gata es pequeña y se destaca por tener una actitud altiva, altanera y orgullosa (como todos los gatos) pero además en ciertas ocasiones pareciera que brinda pequeños atisbos de inteligencia más allá de la esperada en un animal de 4 patas ...

El sueño ...

Desperté en mi dormitorio alrededor de las 4 de la madrugada, todo el cuarto estaba en oscuridad y solo entraban algunos pequeños reflejos de las luces típicas de la noche en una ciudad, trate de buscar con el tacto sobre la base de mi cama a mi gata llamada Azul y de apellido Mocades (apodo dado por mis padres jajaja) sin embargo no la encontré, pensando que quizás hubiera salido a la sala a buscar su traste con whiskas y satisfacer el hambre de las madrugadas volví a cerrar los ojos y disponerme a dormir. No habían pasado más de 2 segundos cuando escuché claramente el ruido del pasar una hoja de un libro, este sonido me desconcertó,  ¿acaso estaría entrando el aire de alguna ventana que olvidé cerrar? Mientras analizaba las posibilidades volví a escuchar el mismo sonido, inmediatamente me puse de pie y me dispuse a salir de la recamara.

Dando el primer paso fuera me topé con mi gata sentada en mi silla favorita junto a la mesa del comedor sobre la cual alcanzaba a distinguir (ya con las luces encendidas) un texto escrito sobre un cuaderno que desde luego no había escrito yo, la gata no tenia actitud de animal, parecía tener una actitud de una persona que se molestaba al tener una compañía humana no esperada en esa madrugada, mi primer pensamiento fue el de preguntar ¿Qué es todo esto? Pero no lo hice porque que estúpido sería preguntar eso en esa situación, ¿quién iba a responderme? Nadie ... o si?

Antes de que pudiera animarme a hacer otra cosa que mirar con asombro la escena, la gata comentó con un tono algo sarcástico: Bueno, ahora que me has descubierto ¿Qué piensas hacer? ¿regañarme? ... regresa a dormir y piensa que esto nunca pasó. Y siguió escribiendo en el cuaderno.
Yo, me acerqué ante su mirada espectante a ver qué era aquello que estaba escribiendo, me moría de la curiosidad.
En el cuaderno leí

"Hablar de trayectoria clásica de una partícula significa especificar su posición x en cada instante de tiempo t, es decir x (t). En caso de una órbita electrónica de trayectoria periódica se puede escribir matemáticamente como una serie de Fourier"

Volví la mirada a la gata quien me miraba con cierta molestia por haberla interrumpido y comenté: ¿Qué demonios es ésto? 
Ella contestó: déjame en paz, ya te dije, vuelve a dormir, mucho te agradeceré no entrometerte. 
¿Qué carajos sabes tu de las series de Fourier? Repliqué
Pues mas que tu al parecer, respondió

Volví a mirar el texto y abajo traía lo que parecía ser el dibujo de unas matrices.

¿Qué carajos haces a esta hora revisando física y temas de mecánica matricial? Volví a interpelar. 
La gata respondió: Si, así es. Mira, me sorprende,  de hecho estoy tratando de recordar la fórmula que incluye la constante reducida de Planck,  creo que iba más bien así...
Y comenzó a escribir de nuevo:

"Q * P - P * Q = ihI" donde i claramente es raíz cuadrada de  -1 la unidad de los números imaginarios, h barra es igual a h/2 veces pi, la constante reducida de Planck,  pero I no recuerdo ...

¿la matriz unidad? Le contesté ...
Me miró en silencio ...
Continúe: Una matriz donde sus elementos son iguales a 1 si los dos subindices son iguales, y nulos en caso contrario ...

Me miró fijamente y dijo: Así es, muchas gracias. Tomó un borrador y borró con intensidad algo en el cuaderno ...
Yo contesté: ok ... volveré a dormir ...
La gata no contestó
Me di la vuelta y caminé hacia la recamara de nuevo, antes de poner un pie en ella escuche de nuevo su voz con tono tierno, y dijo: Ah por cierto, tienes que servirme más comida, si tengo hambre de nuevo voy a tener que comerte a ti. 

Sonreí y regresé a dormir.

En ese momento desperté en mi cuarto bajo la oscuridad y mi gata no estaba. Vi la hora, las 5.04.

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