La Conferencia en Czestochowa fue realmente muy interesante, aunque en sentido amplio, considero que tuvo -de manera muy acertada- un sincero propósito apostólico y evangelizador sobre el propósito de conocimiento y aspecto teológico.

Creo que fue una excelente decisión que el padre Fortea más que hablar del demonio y el mundo de las tinieblas, nos hablara de la importancia de esforzarnos por ser mejores como personas desde el corazón y en espíritu.

Por supuesto que sus clásicas bromas no faltaron, aunque fue una lástima encontrar un número mínimo de jóvenes en la conferencia, en verdad que hubiera sido muy útil para esta generación.

Para finalizar, de manera humilde y generosa, el autor de más de 10 obras acerca de los hipotéticos años del apocalipsis, y de otras cuantas especializadas para exorcistas, repartió bendiciones a los presentes.

Ojalá lo veamos pronto en tierras mexicanas de nuevo.