Por otro lado, debemos atender también los acontecimientos recientes en el mundo, específicamente del entorno económico internacional en un marco de crisis financiera.

Sabemos de antemano que las cosas que han sucedido desde que Lehman Brothers dejó vislumbrar un haz de la verdadera imagen sobre la cual estabamos parados son graves, y repercutirán sin ninguna duda en México y en todo el mundo.

Los efectos pueden ser diversos y de gravedad relativa de acuerdo a las acciones que los gobiernos de las naciones desarrolladas, principalmente Norteamérica, tomen y la rapidez con que las ejecuten.

El miercoles pasado e incluso ayer también hubo un momento del día en el que el dólar toco los 14 pesos, muchos de los mexicanos estan empezando a especular y a generar un ambiente tenso de incertidumbre y desconfianza.

Es necesario aclarar que el pánico de los mercados y los inversionistas gracias a las especulaciones agrava la crisis, y en ese sentido en el periódico Reforma del día Martes, salió un artículo en el que claramente se mencionaba la contribución de la percepción que tenemos de la crisis y su impacto en lo que realmente pasa en la economía.

Es mayor la percepción que lo que realmente sucede.

Claramente me declaro neoliberal, sin embargo también estoy de acuerdo en que las lagunas del capitalismo y el libre mercado han dejado estragos en nuestras sociedades, pero así como sucede también con la democracia: No es lo óptimo pero es lo mejor que tenemos.

Ahora todos (pero mayormente los jóvenes y nuestra generación) debemos estudiar los acontecimientos y contribuir con un pensamiento razonable, factible, y de progreso colectivo que genere valor, equidad , libertad y crecimiento hacia un nuevo modelo de capitalismo cuyas herramientas y mecanismos no excluyan sectores de la sociedad y por el contrario propicien las condiciones de igualdad educativa y de oportunidades de todos los mexicanos desde su nacimiento deben tener derecho.