La toma de decisiones es un juicio profundo y serio al
que nos enfrentamos como personas ante una circunstancia o suceso que requiere
de una acción de nuestra parte. El resultado de esta toma de decisiones traerá
consigo consecuencias clasificadas como buenas o malas según las emociones que
provoquen al individuo. ¿Porqué a algunos individuos les cuesta tanto trabajo
tomar decisiones? Miedo a las consecuencias negativas, miedo a los cambios,
miedo a lo desconocido, miedo a dejar de abrazar el yugo de los paradigmas bien
conocidos, etc, pero al fin y al cabo miedo.
El miedo es lo que muchas veces nos impide darle forward
a todos nuestros sueños, metas y objetivos, y en tal concepto puedo decir que
el miedo al fracaso es precisamente el camino que más nos asegura llegar al
fracaso.
Existen muchos tipos de toma de decisiones, desde cruzar
o no una calle, hasta invertir dinero en una opción A o una opción B, tomar un
avión o preferir el tren, conocer a cierta persona o pasar de largo. Lo
importante que quiero plasmar aquí es un proceso bien definido para enjuiciar
más claramente los elementos con que contamos y poder tomar una decisión con
mayores posibilidades de generar valor.
PROCESO PARA LA TOMA DE DECISIONES
1. ¿Cuál
es la pregunta?
Define correctamente cuál es
la decisión que se requiere tomar en primer instancia. ¿A qué problema o asunto
hay que responder?
2. ¿Con
qué información cuento?
Has una recopilación mental de
toda la información verídica y comprobada con la que cuentas al respecto del
problema o asunto.
Mientras mayor sea la
información con la que se cuente, más fácil se volverá la toma de decisiones.
Si cuentas con tiempo suficiente para investigar mayor información hay que
hacerlo, esto es parte del compromiso y deber antes de tomar una decisión
correcta. Recuerda que la información es poder.
3. ¿Cuáles
son las causas?
Debes hacer un diagrama de
causas comprobadas o probables que originan el problema, bien puede funcionar
un diagrama de fish para este propósito, es importante que se logre determinar
las verdaderas causas de un problema. Muchos individuos fallamos aquí y esto
nos lleva a tomar decisiones erróneas por la falsa creencia personal que muchas
veces obedece a nuestras personalidades narcisistas o ególatras y nada tiene que
ver con una intención verdadera de resolver el problema.
4. Elimina
posiciones que no sean imparciales
Uno de los pasos más difíciles
te será este, pero es de lo más
necesario. Cuando la decisión involucra sentimientos, emociones o paradigmas y
creencias arraigadas sobre alguien o algo que estimas o incluso sobre ti mismo,
corres el riesgo de tomar decisiones con el corazón dejando la mente de lado y
esto quizás te brinde alivio en el corto plazo pero sin duda en el largo plazo
será más difícil y más complicado. Intenta ver las cosas con objetividad, si el
asunto o problema lo permite, será muy útil obtener opiniones de otras personas
para poder evaluar con mayor claridad el problema.
Hasta aquí muchos terminan el
proceso y toman la decisión, sin embargo aun hay amplias posibilidades de
fracasar al no tomar en cuenta el último punto.
5. ¿Cuáles
son los efectos?
A mi juicio el paso más
importante. Hay que proyectar a futuro los efectos de la decisión. Y esto se
trata de construir en la imaginación pero con elementos fidedignos del presente
y pasado cuales serán los efectos una vez que se haya tomado esa decisión sobre
todos los involucrados.
Hay que tomar en cuenta que
todas las decisiones que tomamos deben estar alineadas y en perfecta directriz
y coordinación con nuestros objetivos de largo plazo. De nada nos va a servir
tomar una buena decisión que nos beneficie hoy pero quizá nos perjudique 5 años
en el futuro. Muchas decisiones al final del paso 4 parecen ser completamente
correctas para hoy pero al analizar los efectos generados a futuros nos damos
cuenta que no valdría la pena algo que nos haga sentir bien hoy pero nos
remuerda la conciencia el resto de nuestra vida.
Muchas decisiones nos dan oportunidad de tener tiempo
para pensarlas, valorarlas, analizarlas y estudiarlas varias veces para poder tomar
decisiones, pero muchas otras requerirán respuesta inmediata, respuesta en
segundos, y para estas últimas lo más útil será nuestra escala de valores y
principios.
Tomar una decisión no se trata tan solo de decir si o no
en el presente, involucra causas, efectos, pasado, presente y futuro. Teniendo
claros nuestros objetivos de largo plazo la toma de decisiones se vuelve un
ejercicio cotidiano y menos complicado.
Feliz cacería.