Por siglos la contemplación curiosa de las estrellas en el firmamento al caer la noche han sido el firme motor y alimento de nuestra curiosidad como especie y que a lo largo de la historia nos tiene en el siglo XXI en la búsqueda de explorar nuevos mundos y lugares desconocidos. 

Pero también por siglos la mirada de una mujer acompañada de una leve sonrisa nos ha podido llevar a perder la razón y habitar en la locura por siempre. 

Es así como una Heineken de barril me llevo desde el primer trago ahí ... Al recuerdo de una mirada de una increíble mujer.